El entrenador del Burgos, Julián Calero, valora el empate entre el Burgos y la Ponferradina en El Plantío.
Julián Calero, el entrenador del Burgos, reconocía al término del encuentro ante la Ponferradina que el partido en su recta final se había vuelto loco, además también asumió el mal juego de su equipo en la primera parte, aunque considera que en la segunda mitad llegó la reacción y el Burgos pudo ganar: “Hemos hecho una primera parte bastante floja, no hemos entrado al partido como deberíamos, no demostramos todo lo que nos jugábamos. Como consecuencia hemos entrado en una dinámica mala, no les hemos metido en su campo, han contraatacado y ha habido acercamientos a nuestra portería”.
Pero la segunda parte fue muy diferente según destaca el técnico: “La segunda parte ha sido totalmente distinta ya que hemos entrado muy bien, enseguida ha llegado el penalti, luego el segundo gol y creo que teníamos el partido muy bien para poderlo sentenciar, hemos tenido opciones del tres a uno. Cuando están jugado a vida a muerte suelen pasar estas cosas. Al final han conseguido empatar en un gol en propia puerta. En los últimos minutos todo ha sido caótico, los dos queríamos ganar, llegó el gol anulado y nosotros también hemos querido llegar. Cuando se rompen los partidos se convierten en una locura”.
El argumento del técnico para justificar la mala primera mitad fue que el Burgos quiso jugar a lo que no es ni puede. “En el descanso hemos hablado de que no podíamos convertirnos en algo que no somos, debemos ser muy fieles a lo que nos ha traído hasta aquí, El planteamiento en la segunda parte era el mismo, los jugadores los mismos y tiene que ver con que ellos han jugado bien la primera mitad y en la segunda no les hemos dejado.”
Y pese a que el Burgos remontó el gol inicial de la Ponferradina, hacer lo más difícil no fue suficiente: “ Al final un empate, por lo que hemos hecho en la segunda parte debíamos haber ganado. La inercia del partido nos llevaba a ganarles y al final casi lo perdemos”
Y reconoce que es un resultado que no deja satisfechos a nadie: “Probablemente es así, los dos queríamos ganar, y nosotros hemos tenido opciones de ganar, queremos seguir lo más cerca de los puestos de arriba, pero eso te obliga a ganar todos los días. Estoy orgulloso de los chicos. Hemos llegado a los 50 puntos y ahora nos toca pensar en el derbi de la próxima jornada. Los jugadores están un poco decepcionados porque hemos tenido la victoria muy cerca y los tengo que animar porque quedan dieciocho puntos”.
