sábado, julio 27, 2024
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La opción Calero

El Club blanquinegro ya ha ofrecido la renovación al técnico y las conversaciones se han iniciado de cara a su renovación para la próxima temporada.

La Semana Santa ha deparado la confirmación por parte del Burgos CF del interés por iniciar las gestiones para la renovación del técnico, Julián Calero, de cara a la próxima temporada. Nos parece un acierto que, una vez que el equipo ha conseguido la salvación de la categoría, que era el objetivo de la temporada, se plantee esta cuestión que es de suma importancia, aunque algunos pensarán que todavía se puede aspirar a algo más y que no hay que distraerse.

Lo cierto es que la renovación del técnico es lo prioritario y razones no faltan. La continuidad o no de Julián Calero, en el timón del equipo, es fundamental para la continuidad de un proyecto que comenzó ya hace tres años y que ha sido el más importante que ha desarrollado el Club blanquinegro en mucho tiempo.

La llegada de Calero al Burgos CF supuso un cambio en la metodología de trabajo, en el concepto de vestuario, la relación con la afición y el planteamiento necesario para unos objetivos concretos y asumibles. Calero llevó la nave del Burgos al ascenso al fútbol profesional y tras una primera temporada salvada sin apuros, en esta segunda el equipo ha sembrado de ilusión a la ciudad y la afición, haciéndola soñar con proyectos impensables hace pocos meses. Y esto que parece fácil de escribir no es sencillo de conseguir.

No hace falta ser demasiado perspicaz para darse cuenta de que Calero es en estos momentos la mejor opción par a el Burgos, por varias razones: es quien ideó y puso en marcha este proyecto, lo conoce muy bien, lo está desarrollando con éxito de momento y es un proyecto que no está culminado, ni mucho menos, con un potencial muy alto, que necesita de experiencia, conocimiento y mucha fe en lo que se hace para que todos los integrantes de la plantilla crean en su propio trabajo.

Un cambio de timón en estos momentos, sin ser dramáticos, supondría generar no pocos interrogantes sobre el futuro, porque un nuevo técnico traería sin duda sus ideas, sus métodos, su manera de trabajar, que puede ser buena, pero necesita el test de una plantilla que está conformada en base a un estilo de juego, el que el Burgos puede permitirse con su presupuesto, para lograr lo mejor posible sus objetivos.

El Burgos CF como entidad ha crecido mucho en las últimas temporadas, pero tiene un largo camino de mejoras por delante, desde sus relaciones exteriores hasta sus medios e instalaciones. Mucho por recorrer y, aunque siempre hay quien puede discrepar, y está en su derecho, nadie como Julián Calero, ha mamado este proyecto desde su inicio y sabe donde debe llevarlo.

La segunda cuestión es la opinión del técnico, quien ya ha pedido y seguirá pidiendo unas determinadas condiciones para poder llevar a cabo su trabajo, unas mejoras que los responsables del Club seguro intentarán cubrir en la medida de sus posibilidades. Pero hay un tercer factor importante, que son las ofertas que el técnico pueda tener de otros equipos, que a la vista de sus éxitos, pueden ofrecerle contratos mucho más cuantiosos económicamente que los del Burgos CF, aunque como bien sabe el propio Calero, el dinero no lo es todo y la ambición también puede estropear en poco tiempo una larga trayectoria de trabajo y una carrera deportiva.

Calero cuenta en Burgos con algo esencial: el respeto y cariño de la afición y de los burgaleses. Aquí no se le va a cuestionar por no ascender o no estar entre los seis primeros, ni esta temporada ni las venideras. Esta ciudad y esta afición se han curtido en el sufrimiento de muchos años en el infierno de la Segunda B y la Tercera División, y estar ahora en el fútbol profesional sabe a gloria. A la gran mayoría de los aficionados no les importa comer mortadela, mientras vean un Club saneado económicamente y que deja su impronta como equipo difícil de ganar y con unos jugadores que sudan la camiseta y se dejan la piel en el campo. Esas son las verdaderas señas de identidad del Burgos CF, aunque haya algunos que siempre les parezca poco donde están o no sepan valorarlo. El caviar es caro y peligroso.

Si al Club le interesa la renovación de Calero y el técnico se siente cómodo en Burgos no debe haber mucha más dificultad en que la unión siga adelante, porque Calero ya forma parte del paisaje de la ciudad y del Burgos CF como entidad, es un blanquinegro más. Aunque el fútbol es muy raro y hasta que no se confirme su renovación, los riesgos seguirán acechando.

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