Valoración del Burgos-Girona y puntuación de cada uno de los jugadores blanquinegros.
Hemos llegado al último episodio de estos ecos del partido, al menos en esta temporada. El futuro proveerá.
Y el titular viene con un sentido claro. Esta expresión que data, creo, de aquel mítico programa del Un, Dos, Tres,… donde los hermanos Cicuta, inicialmente, hacían sonar sus campanas para indicar el fallo de los concursantes o, cuando el tiempo llegaba a su final, que la prueba había terminado y que solo quedaba el recuento, y se dejaba decir quien estaba por encima la frase que hoy, por hoy, tampoco hemos dejado de utilizar. Podemos decir que queda eso y un poco más.
Del partido último frente al Girona qué decir. Pues que se ciñó al guión marcado por el destino de enfrentar a dos equipos con diferentes intenciones. El Burgos, con esa relajación de saber que nada va a romper la buena imagen dejada, y los catalanes, sabiendo que, aun cuando tienen ventaja, cualquier error puede convertirse en grave de veras.
Y eso se reflejó perfectamente en el campo. Los gerundenses dominaron durante buena parte el balón mientras que los burgaleses sacaron a relucir las buenas esencias defensivas que han mostrado durante la campaña. Y, ¡claro!, es esas, el que tiene que entrar en el río es fácil que termine “calado” mientras que el que aguarda, parece tener más opciones de pescar.
Al final, ni uno se caló ni otro pescó más que su oponente. Reparto de puntos que parece justo y un punto y final para esta temporada con sonidos de campana y retumbe de la famosa frase.
Y a partir de ahí, lo justo. Los actos pre partido intuían un buen sabor de boca final. Los posteriores, dejaron claro que la parroquia burgalesa está ávida de fútbol de nivel, que sabe reconocer el esfuerzo y el trabajo, y que vive y se desvive por apoyar a su club y, de esta forma, a sus jugadores y cuerpo técnico.
Entrañable, emocionante,… el popular himno de los hijos del frío. Aún más, la fusión de jugadores y técnicos con el público. Los minutos pasaron tan veloces que aquel paseo alrededor del templo burgalés pareció una carrera contra la historia.
Tiene buena pinta el pastel. Es más, nos hemos atrevido a hurgar y llevarnos a la boca el sabor que ya teníamos demasiado lejos. Y está bueno, vaya que si lo está. Ahora nos quedará hacer a un lado recuerdos pasados, quizá no tan generosos, quizá menos exigentes y liberar el espacio para tener presente esta temporada. Y digo dejar a un lado que no olvidar. No podemos vivir de la historia, ni para lo bueno, ni para lo malo. Pero no debemos olvidar errores y aciertos que nos condujeron a lo más alto posible para nuestro equipo, pero también a cotas de degradación que debemos considerar y estudiar por las consecuencias generadas.
Ahora debemos aprender a degustar el manjar, a saborearlo, sin atracones. Despacio, para que todo se vaya asimilando de forma eficaz y podamos sacarle el más rico jugo. Llegarán momentos malos, complicados, pero éstos, los vividos esta temporada, no nos los quitarán nunca. Y, sí, probablemente tengáis razón cuando pensáis que haya alguna especie de sobrevaloración por el ansia de estar donde estamos. Puede ser, pero mientras sirva para disfrute y divertimento, que “nos quiten lo bailao”. Y ahora, solo nos queda eso de ¡Campana y se acabó!
Las notas del partido
El mejor: Probablemente no haya sido el mejor partido de su vida, seguro. Pero ha sido un burgalés que nos ha representado, que ha trabajado y, lo más importante, que ha cumplido con lo encomendado. Su partido fue más que aseado y si bien es verdad que estuvieron a su altura otros compañeros, me vais a permitir la licencia de nombrarlo mejor jugador en base a un pequeño homenaje a nuestro central. Michel Zabaco (10).
Alfonso Herrero: Volvió a la portería y está claro que está en una forma increíble. No tuvo que hacer un gran número de paradas pero estuvo comandando su territorio y sacó a relucir las dotes que le han acompañado y que le han terminado de nombrar como el titular. (7)
Raúl Navarro: Volvió a relucir la importancia de su polivalencia. Comenzó en un puesto, el lateral, que le cuesta un poco pero cumplió, sin duda. (6)
Pablo Valcarce: Lo intentó y tuvo alguna opción de ocasionar algún disgusto al rival. Echó de menos a Juanma. Al final, ha sido el máximo artillero. (6)
Guillermo Fernández: Sin duda ha terminado siendo la referencia en la parte de arriba. Incansable en el trabajo se ha ganado el respeto. (6)
Miguel Rubio: Nivel alto en su trabajo como central. Además, genera peligro cuando le toca convertirse en atacante. (8)
Unai Elguezabal: Más de lo mismo. Gran rendimiento aéreo, buena labor en su función de apoyo a la línea defensiva. (7)
Andy Rodríguez: Con Saúl Berjón pierde protagonismo en las jugadas a balón parado, aunque en el último partido tuvo opciones de dejar su impronta. (6)
Aitor Córdoba: Un imprescindible en la zaga burgalesa de Calero. En progresión, deberá mostrarnos dónde está su tope. Gran trabajo en defensa, colaborando en ataque con la estrategia. (8)
Saúl Berjón: Le costó un poco más en este partido, pero este tío tiene un cártel de “¡Cuidado! que te la preparo”. (6)
José Matos: Ahora mismo es el lateral izquierdo titular. Defiende y ataca, pone balones en el área y se comporta como importante en el equipo. (8)
Álvaro Rodríguez: Volvió a salir desde el banquillo y su salida se notó. Explosivo con su velocidad en la banda complicó la labor al rival. Sorprenden sus ausencias en los onces iniciales. (6)
Claudio Medina: Seguramente no tendrá valor pero hemos echado de menos en otros partidos cosas que dejó ver en éste. Salió enchufado y el equipo lo notó. Su primera intervención casi acaba en gol y siguió peleando y colaborando para buscar el tanto. No acertar con la oportunidad que tuvo le resta un poco. (6)
Roberto Alarcón: ¡Cuidado! Ha nacido un buen carrilero. Calero volvió a ponerlo en esa posición y estuvo incisivo, peleón y dio algún quebradero de cabeza al rival. Cumplió en defensa. (6)
Eneko Undabarrena: Reforzó el centro del campo, dando frescura en un partido complicado por el calor. Estuvo bien. Además, es nuestro capitán. (7)
Miki Muñoz: No tuvo mucho tiempo para jugar. Ha perdido protagonismo tras su renovación y el equipo lo ha echado de menos. (5)
Julián Calero: Puso un equipo reconocible y cumplió. Quizá echamos de menos, en algunos momentos, un poco más de tensión y ritmo. Los cambios estuvieron acertados y con los primeros el equipo dio un cambio con lo que vivió los mejores momentos, dando la sensación de poder llegar a superar al rival. Quizá porque podía ver las cosas más tranquilo, quizá porque, simplemente, estuvo mejor, superó a Michel en ese otro partido de banquillos. (7)
Juanma García: No pudo jugar como él hubiera querido. Primero su lesión ya recomendaba prudencia. Luego, la triste noticia del fallecimiento de su abuelo minutos antes de iniciar el partido. Desde aquí mandamos un fuerte abrazo a Juanma y toda su familia, transmitiendo nuestro más sentido apoyo y palabras de ánimo. Sobre él, que sepa que ayer estuvo en el terreno de juego, haciendo sus diabluras, sorprendiendo a los rivales y llevando a la grada esa sensación de emoción y de disfrute. Nos has ganado, Juanma. Posiblemente, al menos en esta nueva etapa, no podremos verte como blanquinegro (¡ójala me equivoque!), pero que sepas que te has ganado llevar el 7 del Burgos. Un dorsal que no es cualquier cosa y que, aun cuando, temporada tras temporada tiene dueño, no siempre se hacen acreedores a reconocerle como lo que sí te reconocemos a ti: el 7 del Burgos. Estarás junto al 7 de Juanito y te llevaremos, seguro, en nuestros corazones como así lo hacemos con él. Juanito, el 7, es nuestro Juanito. Tú, Juanma, el 7, eres nuestro Juanma. “Y con la mayor ovación registrada, puesto en pie los aficionados, a grito de ¡Juanma, Juanma, Juanma!, devolviendo los aplausos el sevillano, se retira del su terreno de juego, de su Plantío”. Será hasta la próxima… (s.c.)